La vida real siempre nos parece más parca en coincidencias que las novelas y las otras ficciones, salvo si admitimos que el principio de la coincidencia es el verdadero y el único regidor del mundo, y en este caso tanto debe valer para lo que se vive como para lo que se escribe, y viceversa. Cuando digo este caso me refiero a mi caso, por supuesto, pero los detalles de éste lo dejaremos para una próxima oportunidad.
Por el momento, tenemos suficiente con las reflexiones sobre coincidencias. Ademas si mi sentido común no anduviese distraído con elucubraciones y sentencias que nadie le pide, me habría hecho notar en seguida que la manera en que se rige el mundo es simple y no necesita tanta explicación. No te dejes engañar, el sentido común es demasiado común para ser realmente sentido, en el fondo no es más que un capítulo de la estadística, y el más vulgarizado de todos.
6 de diciembre de 2005
Ficciones
Publicadas por
Taller Bilbao
a la/s
12:36 p. m.
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2 comentarios:
El sentido común, no te hace común, te da sentido.
Vivan las coincidencias!!!.
Las coincidencias no existen todo es cadena... Magnolia
Mueran las coincidencias!!!
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