Descarto la denominación tradicional de «bellas artes», como criterio apropiado para delimitar a un conjunto cuya denotación está sin duda sobreentendida, aunque tiene al menos un núcleo bien definido (música sinfónica, teatro, pintura, escultura, arquitectura, poesía...) que se contrapone a las también mal llamadas «artes útiles», como si las «bellas artes» no tuviesen también su utilidad (a pesar de esa «finalidad sin fin» que les asignó Kant). Todavía más ridículo es recurrir a la denominación de «artes cultas» («música culta» es una expresión utilizada con cierta frecuencia), como si las artes culinarias o las artes marciales o las artes mecánicas no fuesen también cultura. Por mi parte, utilizaré la denominación de poéticas o sustantivas (por ejemplo, «música sustantiva», «arquitectura sustantiva»...) para referirme a las artes que se han ido precisamente constituyendo como orientadas a ofrecer a la «representación» contenidos, sin duda, muy heterogéneos pero que convienen en una cierta inmanencia o sustantividad (sean bellos, elegantes, o sombríos, o fúnebres) que los enfrenta o destaca no sólo de la «prosa de la vida», sino también de las artes adheridas a las funciones individuales grupales de carácter práctico, como es el caso de las lúdicas o de las marciales, o de los deportes, o de las ceremonias religiosas (sin perjuicio de que todas ellas puedan encarnar también valores estéticos).
Este por ejemplo, es un arte hecho hace algun tiempo ya, cuya finalidad sin fin, no esta muy claro, pero esa es la gracia no?
En fin, comenten, busquen la "utilidad", "finalidad" o lo que quieran....
Que coincidencia no...
7 de diciembre de 2005
Un Arte "finalidad sin fin"
Publicadas por
Taller Bilbao
a la/s
12:26 a. m.
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2 comentarios:
... chuata que loco, oye propongo que pal próximo proyecto quememos la bungambilia, digo yo para seguir con esto del pyro-arte.
Un mandala...
Besos
P.
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