una risa caballa
Así como la risa es una forma secundaria del llanto, la sonrisa es una forma secundaria de la risa. A primera vista, puede parecer que no es más que una versión poco intensa de la risa, pero la cosa no es tan sencilla. Cierto que la risa en su forma más suave no puede distinguirse de la sonrisa, y así fue, indudablemente, como se originó ésta; pero es igualmente claro que, en el curso de la evolución, la sonrisa llego a emanciparse, hasta el punto de que ahora tiene que ser considerada como una entidad independiente. La sonrisa de gran intensidad – la amplia mueca, la sonrisa radiante – es completamente distinta, en su función, de la risa de gran intensidad. Se ha especializado como cierta señal de buena acogida. Si saludamos a alguien sonriéndole, éste sabe que es bien recibido por nosotros; en cambio, si le saludamos riendo, tiene motivos para dudarlo.
En el mejor de los casos, todo encuentro social nos da un poquitín de miedo. El comportamiento del otro individuo en el momento del encuentro, es una
incógnita. Tanto la sonrisa como la risa indican la existencia de este miedo y su combinación con sentimientos de atracción y aceptación. Pero cuando la risa adquiere gran intensidad, señala la posibilidad de un mayor “susto”, de una mayor explotación de la situación de peligro-con-seguridad. Por el contrario, si la expresión sonriente de la risa en menor grado deriva hacia otra cosa-hacia una amplia sonrisa-, indica que la situación non tomará aquel rumbo. Revela, simplemente que la inicial disposición de ánimo es un fin en si mismo, sin grandes complicaciones. La sonrisa mutua expresa a los que sonríen que ambos se encuentran en un estado de ánimo ligeramente aprensivo, pero de atracción reciproca. Sentirse ligeramente temeroso equivale a ser no agresivo, y ser no agresivo equivale a ser amistoso, de esta manera la sonrisa evoluciona como un amistoso procedimiento de atracción.
Así que usted ya sabe sonría, no ría, ósea ría pero cuando haya que reír, no quiero decir que no ría, pero ría cuando todos estén tristes, ríe solamente por reír. Ustedes saben a lo que voy…
Así como la risa es una forma secundaria del llanto, la sonrisa es una forma secundaria de la risa. A primera vista, puede parecer que no es más que una versión poco intensa de la risa, pero la cosa no es tan sencilla. Cierto que la risa en su forma más suave no puede distinguirse de la sonrisa, y así fue, indudablemente, como se originó ésta; pero es igualmente claro que, en el curso de la evolución, la sonrisa llego a emanciparse, hasta el punto de que ahora tiene que ser considerada como una entidad independiente. La sonrisa de gran intensidad – la amplia mueca, la sonrisa radiante – es completamente distinta, en su función, de la risa de gran intensidad. Se ha especializado como cierta señal de buena acogida. Si saludamos a alguien sonriéndole, éste sabe que es bien recibido por nosotros; en cambio, si le saludamos riendo, tiene motivos para dudarlo.
En el mejor de los casos, todo encuentro social nos da un poquitín de miedo. El comportamiento del otro individuo en el momento del encuentro, es una
incógnita. Tanto la sonrisa como la risa indican la existencia de este miedo y su combinación con sentimientos de atracción y aceptación. Pero cuando la risa adquiere gran intensidad, señala la posibilidad de un mayor “susto”, de una mayor explotación de la situación de peligro-con-seguridad. Por el contrario, si la expresión sonriente de la risa en menor grado deriva hacia otra cosa-hacia una amplia sonrisa-, indica que la situación non tomará aquel rumbo. Revela, simplemente que la inicial disposición de ánimo es un fin en si mismo, sin grandes complicaciones. La sonrisa mutua expresa a los que sonríen que ambos se encuentran en un estado de ánimo ligeramente aprensivo, pero de atracción reciproca. Sentirse ligeramente temeroso equivale a ser no agresivo, y ser no agresivo equivale a ser amistoso, de esta manera la sonrisa evoluciona como un amistoso procedimiento de atracción.
Así que usted ya sabe sonría, no ría, ósea ría pero cuando haya que reír, no quiero decir que no ría, pero ría cuando todos estén tristes, ríe solamente por reír. Ustedes saben a lo que voy…
3 comentarios:
jajajaja
Saludos desde el algarrobo donde las sonrisas abundan, al igual que la sal y el olor a pescado.
Muerte al llanto!
La carcajada... se recibe de igual forma?
No... esa si q no es una buena bienvenida.
Mas besos.
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